Muy buenas, directamente al grano!!!! seguro que tenéis una ligera idea o habéis oído hablar de los ligamentos cruzados de la rodilla, presentes en muchos de los movimientos de la misma y que los deportistas, en especial futbolistas o esquiadores se rompen con más frecuencia. Es una lesión grave que necesita operación y un gran tiempo de reposo variable pero en torno a 6 meses más rehabilitación.
Las lesiones del Ligamento Cruzado Anterior (LCA) de la rodilla son frecuentes en deportes en los que exista una rotación del cuerpo sobre la rodilla en una pierna que pueda quedar trabada en el suelo, como en el caso del fútbol por los tacos clavados en la hierba, o en el caso del esquí, por el brazo de palanca del esquí.
En la mayoría de pacientes jóvenes y deportistas se recomienda la reconstrucción quirúrgica porque el ligamento no vuelve a cicatrizar por si sólo, y porque aunque se puede vivir sin dicho ligamento sin que a veces sea evidente su ausencia, existe una probabilidad altísima de sufrir lesiones secundarías por la movilidad anómala de la rodilla sin LCA en pacientes que sigan practicando actividades deportivas en que exista rotación de la rodilla (el LCA sería como una bisagra sobre la que rota una puerta: si no funciona, la puerta no cerrará bien, y lo que pretendemos es cambiar la bisagra antes de que tengamos que reparar toda la puerta o el marco)
En la actualidad la reconstrucción del LCA se realiza de manera muy poco invasiva mediante artroscopia (2 pequeñas incisiones en cada lado de la rodilla y una tercera accesoria alejada de estas)
Normalmente se puede apoyar la pierna a las poca horas de la operación, cuando el paciente ya se puede ir a casa con muletas y que utilizará durante un perido de 10 días, en la mayoría de los casos ya no se utilizan férulas ni inmovilizadores sino que se promueve la rehabilitación precoz. De la misma manera, hoy en día no hace falta esperar para realizar la intervención quirúrgica, si no que se lleva a cabo cuanto antes, mejor en la primera semana, para facilitar la rehabilitación y ganar tiempo. En caso de retrasarla más de 2 semanas, es preferible esperar a la recuperación de la movilidad antes de intervenir.
Los pacientes suelen recuperar la movilidad total de la rodilla en 4 a 6 semanas, para poder empezar entrenamientos a los 5 ó 6 meses después de la operación. El motivo de la espera es para proteger la integración del injerto en los huesos a los que va anclado en la rodilla.
Hasta aquí la explicación de la lesión de hoy
En la mayoría de pacientes jóvenes y deportistas se recomienda la reconstrucción quirúrgica porque el ligamento no vuelve a cicatrizar por si sólo, y porque aunque se puede vivir sin dicho ligamento sin que a veces sea evidente su ausencia, existe una probabilidad altísima de sufrir lesiones secundarías por la movilidad anómala de la rodilla sin LCA en pacientes que sigan practicando actividades deportivas en que exista rotación de la rodilla (el LCA sería como una bisagra sobre la que rota una puerta: si no funciona, la puerta no cerrará bien, y lo que pretendemos es cambiar la bisagra antes de que tengamos que reparar toda la puerta o el marco)
En la actualidad la reconstrucción del LCA se realiza de manera muy poco invasiva mediante artroscopia (2 pequeñas incisiones en cada lado de la rodilla y una tercera accesoria alejada de estas)
Los pacientes suelen recuperar la movilidad total de la rodilla en 4 a 6 semanas, para poder empezar entrenamientos a los 5 ó 6 meses después de la operación. El motivo de la espera es para proteger la integración del injerto en los huesos a los que va anclado en la rodilla.
Hasta aquí la explicación de la lesión de hoy
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